La congestión mamaria se produce cuando los pechos se hinchan al empezar a producir leche madura, normalmente de 2 a 5 días después del parto. Amamantar al bebé a menudo es la mejor manera de evitar que los pechos se llenen demasiado o se congestionen. La congestión mamaria normalmente desaparece en unos pocos días cuando amamanta a su bebé.
Los pechos congestionados se sienten duros al tacto. Pueden sentirse calientes, sensibles o palpitantes; y la piel puede estar estirada. Es posible que el pezón se aplane, y que al bebé le cueste más esfuerzo agarrarse a él.
Estos son algunos consejos para aliviar la congestión mamaria:
Antes de cada toma
- Coloca una toalla húmeda y tibia sobre los pechos y los pezones durante unos minutos.
- Masajee suavemente los pechos desde la pared del pecho hacia los pezones.
- Extraiga la leche manualmente o con el sacaleches suavemente hasta que la leche empiece a fluir. Esto ayudará a ablandar los pechos para que el bebé pueda agarrarse a ellos.
Durante la toma
- Masajee suavemente el pecho para mejorar el flujo de la leche.
- Si el agarre resulta incómodo, retire al bebé del pecho después de unos minutos y ayúdele a que vuelva a agarrarse a él. De este modo, tanto el bebé como usted se sentirán más cómodos.
Entre toma y toma
- Aplique compresas frías sobre los pechos durante 20 minutos y retírelas durante otros 20 minutos, según sea necesario. Puede preparar una compresa fría poniendo alcohol y agua en una bolsa con cierre y colocándola en el congelador. No se endurecerá. También puede usar un pañal, abrirlo por un extremo, colocar cubos de hielo en el centro, y cerrarlo de nuevo con las cintas adhesivas.
- Póngase un brasier de apoyo todo el tiempo. Los brasieres demasiado apretados o mal ajustados pueden poner presión sobre los conductos de leche e impedir que se vacíen.
- Hable con su doctor sobre la posibilidad de tomar ibuprofeno u otro medicamento para aliviar el dolor y la inflamación.